Homo significa "igual" y la fobia es un miedo irracional. Homófobo sería el que sufre un miedo irracional de sus compatriotas o bien de las personas de su mismo sexo o estamento social. Por tanto, la palabreja no tiene nada que ver con quienes repudiamos las aberraciones y al mismo tiempo nos compadecemos de quienes las padecen sin pretenderles mal alguno (todo lo contrario).
La ideología de género ha preparado una trampa bastante burda pero muy eficaz porque es compartida por todas las opciones políticas con representación (nadie quiere "quedarse atrás"). De esta manera, todo el que disiente sobre la normalización de las aberraciones es inmediatamente marcado con el signo de la exclusión social, equivalente a la estrella amarilla de la alemania nazi: este es "homófobo".
Estos últimos días, los buitres de diversos medios de comunicación se han dedicado a echar estiércol sobre la sepultura del malogrado presidente de Polonia muerto en ¿accidente?.
Le dedico a Lech Kaczynski este neologismo para responder a los sicarios de la ideología de género que no han respetado siquiera su sepultura: no es que nosotros seamos homófobos: es que vosotros sois ABERRÓFILOS. Y la ABERROFILIA sí que es un desorden moral y sociológico.
Descanse en paz Lech Kaczynski.